octubre 29, 2008

El náufrago en la isla desierta

Una vez más un cuento sufi, siiii me encantan y queeee jeje.
Este cuento me lo repito cada vez que puedo, para no olvidar que las respuestas que esperamos de la vida no se dan siempre como esperamos que sean. Me lo repito para mantener la flexibilidad de mente, para mantener a raya el juicio y permitirme ver el mundo.


El único sobreviviente de un naufragio llegó a una deshabitada isla. Pidió fervientemente a Allah ser rescatado y cada día divisaba el horizonte en busca de una ayuda que no llegaba. Cansado optó por construirse una cabaña de madera para protegerse de los elementos y guardar sus pocas pertenencias. Entonces un día, tras merodear por la isla, en busca de alimento regresó a la cabaña para encontrarla envuelta en llamas con una gran columna de humo levantándose hacia el cielo. Lo peor había ocurrido; lo había perdido todo y se encontraba en un estado de desesperación y rabia.

-¡Oh Allah!, ¿cómo puedes hacerme esto?, -se lamentaba.
Sin embargo al amanecer del día siguiente se despertó con el sonido de un barco que se acercaba a la isla. Habían venido a salvarlo.

-¿Cómo supieron que estaba aquí?, -preguntó el cansado hombre a sus salvadores.

-Vimos su señal de humo, -contestaron ellos.

Es muy fácil descorazonarse cuando las cosas marchan mal. Recuerda que cuando tu cabaña se vuelva humo, puede ser la señal de que la ayuda está en camino.

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