-En esta ciudad nadie te conoce-
El pobre respondió:
-¿Qué puede impotar que los ciudadanos no me conozcan? Me basta con conocerme yo mismo. Si se produjese lo contrario, mi sufrimiento sería mucho peor. ¡Soy un idiota,pero un idiota lleno de suerte y mi suerte socorre a mi inteligencia!”
Rumi
No hay comentarios:
Publicar un comentario